Raúl Reynoso: “cada día de por medio secuestramos de 2 a 20 kilos de cocaína”

El juez federal de Orán cumplió diez años frente a uno de los juzgados más comprometidos contra el narcotráfico en el país. Balances y desafíos del trabajo en la frontera caliente.

15 Dic 2014
Por sus manos pasaron alrededor de 23.500 expedientes, la mayoría vinculados al narcotráfico en la frontera. Raúl Juan Reynoso acaba de cumplir diez años al frente del juzgado federal de Orán, con un trabajo que se despliega a lo largo de los departamentos de Orán, San Martín, Rivadavia, Santa Victoria e Iruya, es decir todo el territorio salteño que limita con Bolivia y Paraguay.

Las cifras del juez Reynoso son únicas en todo el país. Más de 17.000 kilos de cocaína incautados, más de 1.700 de marihuana, casi 9.000 de anfetamina y 2 de heroína desde 2004 hasta la fecha. A ello se suman las más de 800 causas que se elevaron a juicio oral, con aproximadamente 1.500 personas detenidas.

El magistrado dialogó con LA GACETA para hacer un balance y compartir cuáles son los desafíos de uno de los lugares de trabajo más comprometidos contra el narcotráfico en el país.

¿Cómo es el balance del juzgado federal en estos diez años de trabajo en la frontera?

Los primeros siete años nos sentimos un poco olvidados en el norte. Había una especie de indiferencia en cuanto a las preocupaciones que generaba la gran cantidad de delitos que se cometían en la frontera, tanto en la de Bolivia como en la de Paraguay. A tal punto que durante muchos años trabajamos solamente con dos secretarios y trece empleados.

En estos últimos tres años, con el estado público que tomaron algunos hechos de suma gravedad que significaron la muerte de varios gendarmes, civiles y la gran cantidad de cocaína secuestrada, la Secretaría de Seguridad de la Nación ha comenzado a apoyar nuestra labor. 


A tal punto ha llegado ese apoyo que hoy, cuando hay procedimientos de aproximadamente 100 kilos de cocaína, en pocas horas hay un avión de la Secretaría de Seguridad de la Nación en Orán para colaborar.

¿Cómo impactó la desfederalización del microtráfico que asumió la provincia a partir de este año?

Es tan importante la variación que en diciembre de 2013 yo tenía 305 presos a cargo y a partir de enero de este año, cuando ya se hizo cargo la provincia, esa cantidad se redujo a la mitad. Actualmente tenemos 150 detenidos.

Pero tenemos que agregar que no contamos, en plena frontera, con un servicio penitenciario federal, que es una de las preocupaciones que vengo manifestando hace varios años. De forma verbal, el ingenio del Tabacal se comprometió con la donación de 40 hectáreas, gracias a la gestión del senador Rodolfo Urtubey. Así que espero que a la brevedad se concrete esa cárcel que es de extrema necesidad en el norte.

¿Hay una fecha establecida para la construcción de ese penal?

No, todavía no hay fecha. Pero en el festejo de los diez años del juzgado estuvo presente la flamante presidenta del Concejo de la Magistratura de la Nación, Gabriela Vázquez, que se comprometió a colaborar en varios aspectos, entre ellos, la cárcel federal. Además en dotar en mayor personal para infraestructura y a colaborar en las relaciones interinstitucionales con otros poderes del estado nacional para tratar de contrarrestar los delitos que hay en la frontera.

¿Se podría definir un perfil de los detenidos que tiene su juzgado?

Sí, hay varios perfiles. Los que transportan droga que no es propia, sino que son contratados y que peyorativamente se los denomina “mulas” o “camellos”, son personas pacíficas. Por unos pocos dólares hacen este trabajo porque tienen muchas carencias, son casos de extrema pobreza, muchas veces con chicos discapacitados o con familiares enfermos a su cargo. Todo esto quedó demostrado en los expedientes, con los informes de los servicios médicos e informes ambientales.

Ese perfil es diferente a aquellos que cometen delitos comunes, como robo agravado por el uso de arma o casos de homicidio, que son de la justicia provincial.

También es diferente cuando se produce un secuestro de una gran cantidad de droga. Allí ya encontramos ciudadanos que no solo son argentinos, sino muchos extranjeros y bandas transnacionales, es decir, parte de un crimen organizado que en muchos casos llega hasta Europa. La situación ahí se complica: hay muchas agresiones y muertos, que incluyen las venganzas que hay entre las diferentes bandas.

También es usual que entre las mismas bandas se intercepten cargamentos. Por eso es que tuvimos alrededor de nueve homicidios o “sicariatos” importados, ya sean de Colombia o México, con características de extrema crueldad, con rapto, luego llamados a las familias, posteriormente tortura y finalmente tiro de gracia, ya sea en la frente o en la nuca. 


Hace pocos días hubo un informe de la Auditoría General de la Nación que advertía sobre el crecimiento del narcotráfico en la frontera del norte. ¿Ha aumentado en estos años la cantidad de droga secuestrada?

Yo hice mención a un solo caso de 900 kilos y que es común tener procedimientos de droga. Cada día de por medio secuestramos de 2 a 20 kilos de cocaína.

Los casos extraordinarios fueron con 100, 200 o 350 kilos como los secuestrados hace poco en Joaquín V. González. También tuvimos allanamientos de 400 kilos y el caso excepcional fue con 900 kilos donde quedaron detenidos varios civiles y miembros de fuerzas de prevención.

¿Cómo es el equipo técnico que lo acompañó en estos 10 años de trabajo?

Cuando nosotros arrancamos éramos 15 personas, de los cuales el 50 por ciento ya no está con nosotros. Algunos renunciaron porque el trabajo en este juzgado es muy pesado, otros consiguieron una mejor oferta laboral dentro de la justicia federal. Otros lamentablemente no estuvieron a la altura de la circunstancia y previo sumario administrativo, fueron dejados cesantes. Los que siguieron, ahora lo hacen un poco más descansados porque contamos con más personal. 

Venimos trabajando hace diez años con turno continuo. Al ser un juzgado de frontera, no hay otro que nos reemplace. Por lo tanto, trabajamos feriados, sábados y domingos. Y muchos de los hechos graves suceden en las penumbras. Entonces no tenemos problema en ir a ordenar detenciones, allanamientos o interceptación de vehículos a la hora que sea.

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Rodolfo Urtubey Orán
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